lunes, 19 de octubre de 2009

Sol Ebrio



El Kung fu es una manifestación del trabajo, del esfuerzo, de la dedicación y el sacrificio, es un alto grado de excelencia en cada cosa que se hace en la vida. El Kung fu es el resultado de un proceso de transformación que busca la superación del ser humano. El Kung fu es el trabajo y el esfuerzo que realizó en pro de la superación de mí mismo y del otro, llegando a abarcar cuatro canales de desarrollo: físico, mental, social y emocional; los cuales están interrelacionados por vasos comunicantes, de tal forma que cualquier progreso que se logre en uno de ellos afectará a los otros tres proporcionalmente, solo así nuestro cuerpo ha de ser una unidad corpórea susceptible de trascender armónicamente por medio del Kung fu.

El Kung fu no puede ser el egoísmo de un trabajo que busque únicamente satisfacciones personales sin trascendencia en el medio en que convivimos a diario, trabajo para sí mismo, sí, pero que ese trabajo tenga eco en quienes nos rodean, de lo contrario estaremos estancados en un ejercicio que tiende a deteriorarse generación tras generación.

El Kung fu es un ritual lleno de magia que nos sensibiliza con el mundo y nos mantiene inmersos en su naturaleza, brindándonos la posibilidad de ser completamente diferentes y gozar del libre albedrío de percibirnos como seres humanamente humanos. El Kung fu eres tu, soy yo, es cada una de las dificultades que confrontamos en este extraño viaje.

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